En la costa de Vizcaya, se encuentra Bermeo, uno de los pueblos con más tradición pesquera del País Vasco. Sus ciudadanos ya eran conocidos hace siglos como expertos balleneros, como se ve reflejado en su escudo, en el que aparece un barco pescando a una ballena. Actualmente, la economía del pueblo sigue arraigada a la industria pesquera y de conservas.
Bermeo forma parte de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, en el cabo de Matxitxaco y presenta un litoral rocoso, con acantilados de hasta 100 metros de altura e islas y formaciones rocosas. De hecho, en este lugar se encuentran algunos de los accidentes geográficos más importantes de Bizkaia. San Juan de Gaztelugatxe es uno de ellos. Se trata de una gran roca o islote, unida a tierra por un puente, que hoy ocupa la ermita de San Juan y donde en el siglo XIV hubo un castillo.
También están las islas de Akatz y de Ízaro, que albergan una nutrida población de aves.
En la zona interior del municipio, el paisaje es irregular y abrupto, donde destacan las cimas del Burgoa y la del Sollube, cuya ladera desciende hasta el mar.
El litoral, por su parte, está salpicado de pequeñas calas que, unido al suave clima de la zona, hace de Bermeo un destino escogido por muchos bañistas y turistas que buscan pasar unos días de completo relax. El casco antiguo de la población es un claro testimonio del carácter marinero de Bermeo. Sus calles, plazas y el famoso puerto viejo todavía conservan casas típicas de pescadores que, pintadas de múltiples colores, convierten a esta localidad un lugar muy pintoresco.
Uno de los atractivos de Bermeo es su Puerto Viejo, en el que un estrecho paseo separa las embarcaciones de las casas, que casi parecen tocar el agua. Junto a él se encuentra el Parque Lamera, una extensa zona verde a orillas del mar. Estos son los lugares más concurridos y visitados del pueblo gracias, en parte, a los numerosos bares y locales existentes, donde todo el mundo queda para tomar unos pintxos o la especialidad de Bermeo: marmitako, un estofado elaborado a base de bonito y patatas.
El puerto y el parque están separados por la iglesia de Santa Eufemia, construida en el siglo XIII y considerada la más antigua de Bermeo. De estilo gótico, tuvo un papel muy importante durante siglos, ya que en ella se juraban las leyes que aseguraban las libertades del pueblo vizcaíno.
Pero no se puede pasar por Bermeo sin visitar la Torre Ercilla, en el casco antiguo. Se trata de una torre medieval construida a finales del siglo XV y que, desde 1948, alberga el Museo de los Pescadores. En él se puede aprender cómo era la vida, el trabajo y las costumbres de los pescadores y sus familias del litoral vasco. Además, se muestra qué técnicas se han utilizado en la construcción de barcos y navíos a lo largo de los siglos.
Bermeo conserva gran parte de su historia y cultura gracias a las diversas ferias, mercados y fiestas que celebra.
La Feria del Pescado, o Arrain azoka, es una de las más famosas de toda la provincia. Talleres, degustaciones, exposiciones… convierten al pescado en protagonista durante tres días. En la feria tiene lugar la entrega del premio Hegaluce saria, o premio del bonito, a quién haya dado a conocer Bermeo fuera de sus fronteras.
Bermeo también cuenta con su Feria Medieval, muy enraizada en la historia del pueblo.